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domingo, 22 de abril de 2012

Cuando el río suena, CO2 lleva

He aquí una carta redactada por la clase de Ciencias de La Tierra y del Medio Ambiente del instituto de Alcaraz. La iniciativa de escribirla surgió de los propios alumnos (imagen) tras comentar un artículo periodístico que iba totalmente en contra de lo más elemental que estaban aprendiendo en la asignatura sobre problemas ambientales en general y acerca del cambio climático en particular.

Vivimos en una sociedad totalmente dominada por la política y el dinero. Un indicio más de ello es el artículo publicado por el diario The Wall Street Journal el pasado 27 de enero, en el cual 16 científicos de gran reputación dan su opinión acerca del cambio climático. Dicen que este problema no es tan grave como parece, y para hacer más creíble y convincente su idea aportan “datos y argumentos” científicos que son claramente incorrectos.

Se apoyan en la falta de aumento de temperatura global de los últimos 22 años para defender que el problema del calentamiento global no es tan grave. Esto no es válido porque a lo largo del siglo XX la temperatura media ha ido aumentando a pesar de tener altibajos, a veces disminuyendo durante varias décadas (1940-1970). Con el paso del tiempo el aumento de temperatura puede agravarse. Por eso, aunque en la actualidad el calentamiento no sea inusual, esto no quiere decir que en el futuro no vaya a empeorar.

En el artículo se afirma que el CO2 no es un gas contaminante cuando la definición de contaminante es la siguiente: “Cualquier agente físico o químico que deteriora la calidad del medio ambiente.” Está demostrado que el CO2 provoca efecto invernadero, y las emisiones excesivas de CO2 pueden dar lugar a un aumento de temperatura que a la larga sea muy perjudicial para los seres vivos, incluyendo al ser humano. Por tanto, el CO2 es un contaminante. Este hecho tan evidente no ha sido mencionado por los autores del artículo, sino que ha sido contradicho.

La afirmación que realizan estos científicos sobre que a todas las plantas les es beneficioso tener altas concentraciones de CO2 no es totalmente cierta, ya que las plantas C4 (gramíneas, etc.) proliferan mejor en épocas de bajas concentraciones de CO2. Y acerca del argumento de que las plantas y animales evolucionaron bajo unas concentraciones de CO2 10 veces mayores que las actuales, en esa época el Sol era más débil y por lo tanto el efecto invernadero era menos intenso, por esta razón no se puede comparar con la situación actual, ya que el Sol es más potente.

Otra peculiaridad del artículo que llama sorprendentemente la atención es una previsión en la cual se dice que la economía se vería beneficiada si se tomara una política que permitiera otros 50 años libres de controles de emisión de gases de invernadero. Atendiendo al principio de prudencia, cualquier actividad de cuyo efecto se tengan dudas no debería ser realizada. Por eso, aunque el calentamiento actual no sea excesivo, no está justificado actuar como si no existiera o no pudiera aumentar.

Parece mentira que científicos de esta talla publiquen un artículo como este. Esto hace sospechar que todos estos científicos están guiados más por intereses económicos y políticos (como sugieren las constantes referencias a la política en el artículo) que por una actitud de respeto y prudencia hacia la naturaleza y la sociedad.
  
Carlos Garrido Marqueño
Belén Martínez Pedregal
Natalia Cano Ruiz
Rocío Moreno Sánchez
Ana María García Moya
Julián Simón López-Villalta (profesor)

jueves, 12 de abril de 2012

22 de abril, Día de La Tierra

Aquí os dejamos una serie de enlaces interesantes relacionados con esta fecha tan relevante para los que nos preocupamos por la sostenibilidad del planeta:





Canción para la hora de la Tierra 2012

Obsolescencia programada

¿Qué sería de los fabricantes si sus productos nunca se estropearan? Pronto verían sus ventas disminuir... Lo más rentable es hacerlos de modo que se estropeen más o menos pronto. Lo más rentable para ellos, pero no para nosotros, ni menos aún para el planeta, que ve así reducirse sus materias primas de una manera sin sentido. Pero por desgracia esto sucede, a menudo los productos se elaboran para que pronto se queden obsololetos. A esto se le llama obsolescencia programada. No os perdáis la insólita historia de este concepto, en el siguiente documental que enlazamos: